MÁSCARAS Y FIESTAS
Me encantan las máscaras: verlas, hacerlas, usarlas. En distintas ocasiones he realizado actividades para crear máscaras sencillas de cartulina con los niños para las fiestas, tanto de carnavales como de Halloween o Día de Muertos. En esta entrada compartiré algunos tips fáciles para elaborar varios tipos de máscaras con distintos niveles de complejidad y muy buenos y divertidos resultados. Eso sí, máscaras tiernas, monas y simétricas aquí NO hay…¿por qué?
EXPECTATIVAS. En parte es una preferencia personal estética, pero en parte también porque he visto que dedicarle algo de observación seria y concienzuda a lo “feo” y “horrible” despierta un tipo de interés muy especial en los niños. También porque relaja completamente las expectativas sobre los resultados. Si la máscara les queda fea y perturbadora en realidad habrán conseguido los objetivos, lo cual difiere mucho de la frustración que a menudo provoca querer hacer algo “precioso” y “perfecto”, especialmente contando con el poco tiempo que suele haber para estas actividades.
EMPEZAR JUGANDO. Otra cosa que me gusta es llevar algunas máscaras ya hechas y recibir a los niños con ellas. Despierta pronto un ambiente más juguetón entre todos y pueden visualizar, tocar y probar algunas de las posibilidades.
IMAGINARIO Y ADJETIVOS. Para romper con ideas preestablecidas y muy obvias sobre lo que hacer con una máscara me gusta, si el tiempo lo permite, enseñar una selección variada de máscaras de todas partes del mundo. Es divertido ir escuchando las reacciones y las risas o los ruidos de miedo y extrañeza que provocan estas máscaras. Y es especialmente útil comentarlas un poco en voz alta. ¿Cómo es esta máscara? ¿Qué expresión tiene? ¿Por qué da esa sensación? Merece la pena intentar describir con detalle qué es lo raro o lo “feo”, ser más específicos con los adjetivos. ¿Está muy torcido? ¿Hay algo muy exagerado? ¿Desproporcionado?
COPIAR, VERSIONAR Y BOCETAR. Más tarde, a la hora de empezar, es probable que quieran imitar los ejemplos, pero eso no es necesariamente un problema, especialmente si ya han visto distintas referencias y si antes de poner manos a la obra se sugiere dibujar primero algunas de las ideas que más les han gustado y hacer su mezcla favorita. Para algunos es un rollo, pero yo insisto mucho en la importancia del boceto porque te ayuda a adelantarte a los problemas que quieres solucionar y a aclarar las ideas.
MATERIALES. Esta también es una preferencia mía, la de usar principalmente como materiales distintos papeles de colores vivos. En este caso es mejor que sean cartulinas lo suficientemente gruesas (250 gr) para que funcionen como base y tengan algo de cuerpo y resistencia.
Una de las ventajas claras de ir confeccionando una máscara con esta técnica es que puedes ir controlando cómo queda antes de la versión definitiva. Tomando como guía el boceto, vas trazando y recortando la base, las partes más grandes y los detalles principales. Los colocas sobre la mesa y los puedes ir cambiando antes de estar del todo seguros y pegar las partes. Claro que se puede mezclar con otros papeles más ligeros o con texturas para ciertos efectos y dar acabados con rotuladores, algo de pintura o lo que haya a mano, pero es mejor verlo como acabados más que como material principal porque así se concentran más en la composición general de la máscara. En el ejemplo de abajo por ejemplo, César utilizó papel celofán pegado sobre la lengua roja para que diera la impresión real de estar mojada con babas, una gran solución la verdad.
OJOS, NARIZ Y BOCA. La solución más inmediata en la que pensamos todos es en ver a través de los mismos “ojos” que tiene la máscara, o sea que nuestros ojos son sus ojos. Sin embargo eso hace que perdamos muchas posibilidades de elaborar ojos raros y muy divertidos dentro de la propia máscara. Antes de que empiecen con sus máscaras les recuerdo que se puede ver a través de ranuras pequeñas debajo o arriba de los “ojos” de la máscara. Y que también se puede ver a través de las fosas nasales o de la boca por ejemplo. Ver a través de la nariz suele ser una de las opciones preferidas.
PLANTILLAS Y NIÑOS PEQUEÑOS. Para los más pequeños (3 a 5) es mejor hacer adaptaciones porque apenas empiezan a recortar y la idea de boceto, planeación y desarrollo suele resultar muy lejos dentro de sus posibilidades por el tiempo de concentración que implica. Así que no viene mal tener algunas plantillas y empezar con algo ya un poco avanzado, como con los agujeros de ojos, nariz y boca ya hechos, según lo prefieran. En estos ejemplos todas se ven parecidas porque todos los niños querían tener LA MISMA PLANTILLA, cosa que también pasa mucho con los más pequeños, aunque eso sí, cada uno escogía el color. Ese día, aunque se divirtieron mucho viendo las referencias de máscaras extrañas, una de las niñas decidió que ella no quería disfrazarse de algo que daba miedo y al poco tiempo todos estaban de acuerdo. También está bien cambiar de idea si todos lo tienen claro, ¿por qué no? Ya después cada uno fue dando toques distintos, incorporando trozos de cartulina para lograr orejas, barbas, sombreros, tocados. Y al final poner texturas y detalles con crayones, ceras, rotuladores, etc.
OTROS EJEMPLOS. En estos ejemplos el interés de los niños iba más hacia animales claramente. En el caso de la morsa loca, dentro de la misma cabeza intentamos que quedaran también referencias al cuerpo, arriba tiene la cola y en vez de orejas tiene las aletas. Es un ejercicio interesante también hacer un animal condensado en la propia máscara.
Aquí en cambio la idea de poder llevar un murciélago entero como tocado se apoderó de la cabeza de César, literalmente. Ya había hecho la máscara verde de marciano con lengua babosa y ahora quería probar otro formato. Hizo el dibujo y luego agregamos una diadema de cartulina para fijarla a la cabeza, como una especie de corona murciélago. Es un resultado muy muy divertido.
COSA DE PROBAR. Al final el punto de todo esto es ponerse a jugar y probar muchas posibilidades, buscar ideas y seguir mejorando. Pueden hacerse de una pequeña colección de máscaras para distintas ocasiones y compartir con familia y amigos, sin duda unas risas y sustos se echarán.
¡Felices fiestas monstruosas!
Esperemos que hayan disfrutado esta entrada y que se animen a crear sus propias máscaras macabras, horribles o hilarantes, según lo prefieran.
Gracias por leer esta entrada y compartir si te ha gustado.